DESAFIANDO AL EQUILIBRIO...
Carmen Álvarez Diz
alvarezdiz@yahoo.es
Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación
Diplomada en Educación Física
1. INTRODUCCIÓN
El crecimiento y el desarrollo humano de los individuos son procesos fisiológicos complejos y armónicos que siguen un curso no uniforme a lo largo de la vida y que, siendo vulnerables a la acción o interferencia del medio ambiente, deben ser conocidos en el mayor grado posible por el educador –o entrenador-, a fin de evitar errores de consecuencias irreversibles para los jóvenes, a la vez que facilitar el desarrollo normal (Ribas y col., 1997).
La motricidad global se caracteriza por el uso simultáneo de varias partes del cuerpo para realizar actividades. Requiere del control del equilibrio, que depende del tono muscular (Rigal, 2003).
2. ACTUAMOS SOBRE LOS LÍMITES DEL EQUILIBRIO
En la adquisición de los principales comportamientos motores se distinguen tres etapas importantes. Entre el nacimiento y los quince meses, se da la urgencia de los comportamientos motores primarios y los elementos que los permiten (tono muscular, postura, equilibrio, prensión). De los dos a los seis años, es la época de la adquisición y la adaptación de las competencias motrices fundamentales (correr, patinar, nadar...). A los seis años, la gran mayoría de los niños han adquirido prácticamente ya los principales patrones motores. Por último, de los siete años hasta la edad adulta, es el período de perfeccionamiento de los comportamientos motores anteriores con la mejora del rendimiento motor y la adquisición de nuevas habilidades motrices.
El tono muscular, que es el estado de contracción mínimo de un músculo en reposo, se instaura en los primeros meses de vida y permite el control motor de partes axiales del cuerpo. El control del equilibrio, relacionado con la evolución de las estructuras nerviosas y sensoriales que lo controlan y con el aumento de la fuerza en los miembros inferiores, también se instaura, primero desde un punto de vista estático y luego dinámico. A partir de los cinco años, los niños controlan bien su equilibrio estático con un pie; los ajustes posturales anticipatorios y los reaccionales favorecen asimismo el control del equilibrio y su mantenimiento (Rigal, 2006).
El equilibrio es una de los capacidades fundamentales en el patinaje en línea. Jiménez y Jiménez (2002) indican que se entiende como equilibrio la capacidad de mantener de forma estable el centro de gravedad de nuestro cuerpo. Es una de las conductas básicas y constituye el fundamento de toda la coordinación dinámica sea parcial o global.
El equilibrio es definido –también- como la capacidad de controlar el propio cuerpo en el espacio y de recuperar la correcta postura tras la intervención de un factor desequilibrante (Castañer y Camerino, 1993). Estos mismos autores indican que, cualquier movimiento deviene un ejercicio de equilibrio cuando su ejecución requiere movimientos de reacción, voluntaria, automática o refleja. Para ello es necesario poseer un buen control tónico para realizar los ajustes necesarios del organismo, conjugando las dos fórmulas básicas del equilibrio: equilibrio estático, definido como el proceso perceptivo-motor que busca un ajuste de la postura antigravitatorio –referido al aparato vestibular- y una información sensorial extero y propioceptiva y equilibrio dinámico, establecido cuando nuestro centro de gravedad sale de la verticalidad del cuerpo, y tras una acción equilibrante, vuelve sobre la base de sustentación o si se prefiere, cuando hay un desplazamiento de los apoyos en el suelo (Rigal, 2006). La velocidad del desplazamiento y la fuerza centrípeta permiten mantener el equilibrio aunque el centro de gravedad esté fuera del cuadrilátero de sustentación (McGinnis, 1999).
En consecuencia, no podemos hablar de un solo tipo de equilibrio; las acepciones son aún más variadas cuando introducimos la diversidad de posibilidades de caídas y las variaciones de la verticalidad y la horizontalidad corporales y espaciales específicas de cada actividad deportiva.
Así, para mantener el equilibrio en patines en línea, la posición básica es fundamental, tanto en estático como en movimiento: Pies paralelos coincidiendo su abertura con la anchura de hombros, rodillas flexionadas, tronco inclinado hacia adelante, brazos hacia adelante flexionados 90º y mirada al frente para tener puntos de referencia verticales.
Mantener las piernas ligeramente separadas sirve para aumentar la base de sustentación así como la flexión de rodillas baja el centro de gravedad.
Existe discrepancia en cuanto a la posibilidad de mejora y tratamiento eficaz del equilibrio: se cree que es una capacidad escasamente entrenable debido a su estrecha dependencia con la estructura y funcionamiento nerviosos dado para cada individuo. En opinión de Castañer y Camerino (1993), desde el momento que podemos acrecentar el desarrollo de la función neurológica y perceptivo-motriz del niño/a, también se desarrolla inherentemente esa capacidad tangible y observable de la motricidad que es el equilibrio.
Y en efecto, los mecanismos musculares antigravitatorios son modificables en edades evolutivas en las que el sistema nervioso presenta plasticidad para la mejora de estas capacidades. Así, se constata que los niños/as tienen una especial disposición para la búsqueda de situaciones equilibrantes de diversos tipos como son patinar o esquiar.
3. ¿QUÉ DECIR DE LA EDUCACIÓN POSTURAL?
Siguiendo a Castañer y Camerino (1993), los conceptos de actitud y postura se entienden como dos aspectos educables en tanto que poseen sus puntos de intersección dentro de la conducta motriz.
El término actitud hace referencia a la significación que, más o menos de manera consensuada, concedemos a las manifestaciones visibles que el sujeto emplea en su comportamiento de relaciones.
Al considerar la postura corporal estamos confiriendo al cuerpo una significación de carácter más mecánico, en lo que a la localización y posición de sus distintas partes se refiere.
El control de la postura se asegura de manera activa, pues son las contracciones musculares las que corrigen el desequilibrio, y también de manera pasiva gracias a la intervención de las cápsulas y los ligamentos articulares, a la estructura de las articulaciones y de los huesos, a los tendones musculares y a la viscosidad de los músculos (Rigal, 2006). Es necesario indicar, que algunas actividades cognitivas coincidentes modifican la estabilidad postural sin que eso provoque que el sujeto se caiga. Por lo tanto, la atención tendrá un papel importante en el mantenimiento del equilibrio (Woollacott y Shumway-Cook, 2002).
En el caso del ajuste postural, las informaciones propioceptivas originan los reflejos que equilibrio que aseguran la estabilidad postural. Pero para asegurar la coherencia postural, estos reflejos deben coordinar su actividad; es una de las funciones del cerebelo, el cual en las primeras experiencias motrices del niño, memoriza automatismos posturales adquiridos a lo largo de los aprendizajes primitivos. Cada persona tiene, pues, a su disposición un conjunto de modelos posturales que, por un mecanismo estrictamente inconsciente, asegurará la estabilidad postural en las condiciones estáticas o dinámicas. La actitud es pues, la traducción fiel de una vivencia personal a la vez afectiva y de experiencia (Le Boulch, 2001).
Pazos y Aragunde (2000) indican que, mientras el descenso resulta traumático para la columna vertebral, el patinaje sobre superficie plana resulta muy beneficioso para el raquis y los discos intervertebrales, gracias a una leve inclinación hacia adelante del tronco, al cambio rítmico de la carga y la descarga y al masaje de los discos intervertebrales producido por los movimientos de la pelvis, lo cual produce un movimiento natural de la columna vertebral.
Los hábitos posturales generan en muchas ocasiones patologías estructuradas que pueden evitarse con una correcta educación de la actitud en la edad de crecimiento (Miralles, 2005). Practicar deporte o cualquier tipo de las formas expresivas de la motricidad (juego, danza, ejercicio...) de manera regular y controlada es beneficioso para nuestra salud postural, pero siempre previniendo los posibles riesgos que se pueden deducir de ellas.
4. REFLEXIONES ÚLTIMAS
El desarrollo armónico e integral del ser humano conlleva ineludiblemente la inclusión en la formación de los jóvenes de aquellas enseñanzas que potencian el desarrollo de las capacidades y habilidades motrices, profundizando en el significado que adquieren en el comportamiento humano, y asumiendo determinadas actitudes relativas al cuerpo y al movimiento.
El cuerpo humano constituye una pieza clave en la interrelación de la persona con el entorno y la educación física está directamente comprometida con la adquisición del máximo estado de bienestar físico, mental y social posible, en un entorno saludable (MEC, 2006a).
Las relaciones interpersonales que se generan alrededor de la actividad física permiten incidir en la asunción de valores como el respeto, la aceptación o la cooperación, transferibles al quehacer cotidiano, con la voluntad de encaminar al alumnado a establecer relaciones constructivas con las demás personas en situaciones de igualdad (MEC, 2006b).
En el patinaje en línea en su concepción recreativa, son incontables los beneficios relacionados con aspectos físicos y psíquicos, que inciden directamente sobre la salud proporcionándonos una mejora de nuestra calidad de vida. Desde la práctica de estos deportes y de la actividad física en general, debemos reflexionar sobre cómo construir un ocio mejor en equilibrio con la salud. La experimentación de nuevas posibilidades motrices puede contribuir a establecer las bases de una adecuada educación para el ocio (MEC, 2006b).
5. BIBLIOGRAFÍA
- Castañer M. y Camerino O. (1993). La Educación Física en la Enseñanza Primaria. Barcelona: Inde.
- Jiménez, J. y Jiménez, I. (2002). Psicomotricidad. Teoría y programación. Barcelona: Escuela Española.
- Le Boulch, J. (2001). El cuerpo en la escuela en el siglo XXI. Zaragoza: Inde.
- McGinnis, M. P. (1999). Biomechanics of sport and exercise, Champaign, III., Human Kinetics.
- MEC (2006a). Ley Orgánica de 3 de mayo de 2006 de Educación.
- MEC (2006b). Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.
- Miralles, R (2005). Una propuesta interdisciplinar. La educación postural en la escuela rural. En Actas del VI Congreso Internacional. Educación Física y Deporte Escolar. Madrid: Gymnos.
- Nealy, W (1999). ¡En Línea!. Manual para patinadores principiantes e intermedios. Madrid: Desnivel Ediciones.
- Pazos, J.M. y Arangunde J.L.(2000). Educación Postural. Barcelona: Inde.
- Ribas y col. (1997). I Jornadas sobre la práctica deportiva en la infancia. Centro de estudios del niño.
- Rigal, R. (2003). Motricidad Humana. Fundamentos de aplicación pedagógicas. Vol. 2. Québec: PUQ 3 érre ed.
- Rigal, R. (2006). Educación motriz y educación psicomotriz en Preescolar y Primaria. Barcelona: Inde.
- Woollacott, M. y Shumway-Cook (2002). Attention and the control of posture and gait: a review of an emerging area of research, Gait and Posture, 16, 1-14.
domingo, 16 de noviembre de 2008
Artículo sobre el equilibrio
Publicado a las 22:08
Etiquetas: Documentación, Escuelas
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